El Lu Jong es una antigua práctica tibetana. Los ejercicios físicos se desarrollaron para activar los poderes autocurativos del propio cuerpo a nivel físico. A nivel psicológico, los ejercicios nos ayudan a superar nuestras emociones negativas -como la ira y los celos- para alcanzar el equilibrio emocional y aumentar nuestra energía. A nivel energético, el Lu Jong puede liberar bloqueos en los canales sutiles del cuerpo, restaurando y movilizando así el flujo correcto de energía.

Lu Jong auf dem tibetischen Hochplateau

El Lu Jong fue traído a Occidente por Tulku Lobsang Rinpoche. Aprendió los ejercicios muy pronto de maestros de diferentes tradiciones y recopiló los antiguos movimientos tibetanos, los modificó y los resumió en «Lu Jong – Yoga Tibetano Curativo». Se trata de un programa de ejercicios físicos adaptado a las necesidades occidentales y que permite a todo el mundo equilibrar cuerpo y mente.

Lu Jong se basa en los conocimientos y descubrimientos de la medicina tibetana, que entiende al ser humano como una unidad de cuerpo y mente. Si se altera el equilibrio interior natural, esto repercute en todo el organismo. El resultado pueden ser las enfermedades. Con el Lu Jong, la combinación de postura, movimiento y respiración puede abrir los canales corporales, liberar bloqueos y movilizar la energía. La mente se aclara y se calma.
El Lu Jong procede del budismo tibetano y tiene sus raíces en la medicina tibetana.
Los 21 movimientos se dividen en cuatro grupos:
Los movimientos de los cinco elementos
Estos movimientos equilibran y limpian los elementos espacio, tierra, viento, fuego y agua del cuerpo. Cuando los elementos están desequilibrados, aparecen las enfermedades de los tres humores: viento, bilis y flema, así como cada vez más sentimientos negativos.
Los movimientos de las cinco partes del cuerpo
Estos ejercicios trabajan las cinco partes del cuerpo, de la cabeza a los pies. Ayudan con los dolores de cabeza y son buenos para los brazos, la espalda y las caderas/piernas.
Los movimientos de los cinco órganos vitales
Estos ejercicios ayudan a los riñones, el corazón, los pulmones, el bazo y el hígado. Estos movimientos mejoran el funcionamiento de los órganos despejando los bloqueos en los canales para que la sangre, el oxígeno, los nutrientes vitales y la energía sutil puedan fluir sin obstáculos.
Los movimientos de los seis trastornos
Estos seis ejercicios están dirigidos específicamente a dolencias comunes como trastornos digestivos, tumores, retención de líquidos, enfermedades catarrales, incontinencia, agotamiento y depresión, y mejoran los cinco sentidos.


